Descripción
El agua de Sant’Anna es una de las aguas minerales naturales más altas, no contaminadas, ligeras y con menor contenido de sodio del mundo. En menos de 48 horas el Agua de Sant’Anna llega desde unos 2000 metros alpinos directamente a nuestras mesas, fresca desde su origen, con calidad controlada y salvaguardada. Estos y otros valores son la razón por la que los italianos la han elegido como su agua favorita.